miércoles, 28 de septiembre de 2022

La inclusión como medio para sentar las bases para la mejora continua de la educación

 La inclusión como medio para sentar las bases para la mejora continua de la educación

 

*Dra. Irma Clara García Galindo

Trabajadora de la educación en educación especial de los SEIEM Valle de México.

 

En algún momento todos hemos sabido de alguien, un exalumno, vecino, conocido o incluso un familiar en edad escolar que por alguna razón no está inscrito en una institución educativa.  Evidentemente las razones pueden deberse a muchos factores, pero sin duda las causas que se generan en y desde la escuela, es decir cuando existe algún tipo de exclusión, la escuela  está en la obligación incluso constitucional, de ofrecer educación a todo aquel que la demande, es decir: “Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, Estados, Ciudad de México y Municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior”, Constitución política de México, (2021).

Si un instrumento de política pública tiene un lugar destacado para el desarrollo de un país, para la mejora económica, para la transformación social y cultural, es sin duda alguna la educación, Mendoza (2021); es por ello que el Estado debe responder proporcionando las bases para que se realice este acto social y todos estemos incluidos y además, en posibilidad de responder a la demanda que exige un mundo globalizado.

Por principio, todos los que nos dedicamos a la educación debemos conocer qué es la inclusión, en especial la inclusión educativa, la UNESCO la define como el proceso de identificar y responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades reduciendo la exclusión en la educación. Esta inclusión implica cambios y modificaciones en contenidos, aproximaciones, estructuras y estrategias, con una visión común que incluye a todo el alumnado del rango de edad apropiado y la convicción de que es la responsabilidad del sistema regular, educar a todos los niño/as, UNESCO (2010). Esto significa que las instituciones educativas deberán dar atención  en las escuelas, digamos “comunes” y respecto a la sectorización, el alumnado debería poder asistir  a la escuela más cercana a su domicilio.  

Luego entonces, respecto a la estrategia nacional de educación inclusiva, esta educación se refiere, y de acuerdo con el Comité de los Derechos del Niño, Observación General No. 9, al conjunto de valores, principios y prácticas que tratan de lograr una educación cabal, eficaz y de calidad para todos los alumnos, que hace justicia a la diversidad de las condiciones de aprendizaje, y a las necesidades no solamente de los niños con discapacidad, sino de todos los alumnos, SEP (2021). En palabras simples, se debe ofrecer una educación de calidad, aunque hoy en concordancia de la ideología política, deberá ser una educación de excelencia a toda la población estudiantil, independientemente de sus condiciones personales o sociales, lo que constituye uno de los   mayores retos que deben enfrentar los sistemas educativos, sin importar que sean países desarrollados o en desarrollo, (Acedo, 2008).

 La inclusión se basa en el principio de que cada niño/a tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje distintos y deben ser los sistemas educativos los que ofrezcan y pongan en marcha los programas, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas características y necesidades.

En contraparte la exclusión educativa, no sólo hace referencia a cuestiones de acceso, sino que tiene relación con una amplia gama de factores, por ejemplo, la financiación de la educación, las características del currículo, la pedagogía o las relaciones de apoyo entre los diferentes agentes del sistema educativo.

 Podemos decir que, en la actualidad, la educación inclusiva ha ido gradualmente ganando presencia en el quehacer de los sistemas educativos a nivel mundial, como una prioridad indiscutible. Sin embargo, y a pesar de utilizar una terminología común, no parece haber mucho acuerdo con respecto al significado de conceptos centrales.


Una de las cuestiones que preocupan a los profesores de las escuelas regulares y a los profesionales de educación especial es lo relacionado con la terminología (García, 2013). Parece estar de moda hablar de educación inclusiva, que también implica usar algunos términos que están asociados con esta: barreras para el aprendizaje y la participación (BAP), comunidades de práctica y trabajo colaborativo, ajustes razonables, entre otros, sin que resulte del todo claro qué significan y cuáles son sus alcances. 

Esta preocupación por la terminología no es nueva. En talleres organizados por el Banco Mundial (BM) en Brasil y en el Cono Sur, una de las principales preocupaciones de los profesionales de la educación que participaron, fue aclarar qué quieren decir los términos, para facilitar la comunicación. De hecho, pidieron que se abrieran espacios dedicados exclusivamente a discutir este tema,  Camisao, (2003).
Además, no resulta tan extraño que la terminología de la Educación Inclusiva cambie de país a país, pues depende de la historia de la atención a la diversidad, de los recursos que dedica cada gobierno a la educación, del avance en la observancia de los derechos humanos, de la trayectoria que ha seguido el subsistema de educación especial, de las regulaciones a que está sometido el profesorado y de la participación de la familia, de la ideología política del momento,  entre otros.  


La importancia de conocer la terminología, en el sentido de aclarar las distintas definiciones dadas a los mismos conceptos, radica en que su precisión no solamente ayudará a mejorar la comunicación, sino que también contribuirá a entender algunas prácticas, García (2013). Sin embargo, estos conceptos no serán profundizados en el presente artículo, más bien nos interesa tratar  lo fundamental que nos ofrece la educación inclusiva.
 

Entonces, la escuela debería proporcionar las condiciones para que todos, sin excepción, gocen de su derecho a la educación. Por lo anterior es   un imperativo que el sistema educativo se transforme para que sea más   inclusivo, flexible y pertinente, para que todo el alumnado curse su educación en las mejores condiciones posibles, Tamez (2020). Lo que hace necesario que la totalidad de los docentes conozcamos a cabalidad los principios rectores de la estrategia nacional de educación inclusiva y se insiste en que debemos abandonar la idea de que los sujetos que requieren ser “incluidos” son solo aquellos que están en condición de discapacidad, siendo que todo el alumnado, sin importar el tipo o nivel educativo requiere de ser incluido. Además, en  ocasiones se piensa que la inclusión de alumnos con discapacidad en las escuelas de educación básica regular disminuye la calidad de la educación que se ofrece, pero es al contrario pues al buscar la participación y el aprendizaje del estudiantado con discapacidad, la escuela tiene la oportunidad de identificar algunas debilidades que no sólo impactan a estos estudiantes sino a todo el alumnado de la escuela, por lo que al trabajar en favor de los alumnos con discapacidad se benefician todos.

Es por todo ello que se hace necesario hacer un breve recuento de los principios rectores de la estrategia nacional de la educación inclusiva y de ahí, los docentes deberemos hacer lo que nos corresponda para que se cumplan:

1.    Propiciar la Autonomía Progresiva del alumnado, lo que implica que niñas, niños y adolescentes puedan ejercer sus derechos gradualmente, de acuerdo con la evolución de sus facultades cognitivas, edad y madurez. Es un asunto evolutivo que se construye socialmente y requiere de las condiciones necesarias para alcanzar el grado máximo de autodeterminación e independencia; lo que se esperaría que poseyera todo el estudiantado al egresar de su periodo de escolarización.

2.    Procurar la Participación de Todos los Involucrados: en los diversos asuntos escolares favoreciendo la corresponsabilidad, lo que significa compartir  experiencias, sumar esfuerzos y voluntades de los integrantes de la comunidad educativa en el proceso de enseñanza para lograr la inclusión de todo el alumnado, por supuesto haciendo los ajustes y/o gestiones necesarios.

3.    Pertenecer a la   Diversidad: se traduce en una multiplicidad de formas de pensamiento, sentimiento y cultura; esto es  inherente a cualquier comunidad humana, sea pequeña o grande. La diversidad es expresión de libertad y se materializa jurídicamente en el derecho a la diferencia. Las sociedades abiertas y democráticas la protegen y la cultivan. En la educación básica se pretende que la diversidad sea una ventaja en dos sentidos: por un lado, permite aprender a convivir y, por otro, promueve el desarrollo cognitivo de los educandos.

4.     Equidad en educación: lo que implica que el Estado implemente medidas que favorezcan el ejercicio pleno del derecho a la educación de todas las personas y combatan todo tipo de desigualdades en el acceso, tránsito, permanencia y logro de los aprendizajes atendiendo a las diferencias en los servicios educativos.

5.     Excelencia en Educación: se entiende como la mejora integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de todos los educandos, para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad. Con esto se espera que nadie quede atrás y nadie se quede fuera.

6.     Igualdad Sustantiva: conlleva el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales, Senado de la república, SEP (2021).

Además, es indispensable que los docentes implementen las estrategias y acciones que den cumplimiento a todo lo planteado anteriormente; es fundamental que empecemos con lo elemental, por ejemplo:  con la empatía; es decir, ese ponernos en el lugar del otro, en este caso nuestro alumnado, para comprender por qué actúan como actúan y/o se expresan con determinada emocionalidad. El ponernos en el lugar del otro nos ayuda a interpretar sus emociones, por otro lado, es indispensable la comunicación asertiva con su base, la escucha activa, entonces y a manera de sugerencia, “los estudiantes reaccionan bien cuando los escuchamos”, tenemos que escuchar más a los estudiantes”, (Álvarez, 2021).

Y por supuesto, y no menos importante, se requiere el interés genuino de los docentes por sus alumnos, en buscar permanentemente la mejora de sus aprendizajes, la promoción de su desarrollo, lo que implica sin duda alguna, la capacitación y actualización constante de todo el magisterio.

Referencias

Acedo, Clementina. (2008). Educación inclusiva: superando los límites. Perspectivas. Revista Trimestral de Educación Comparada, 38(1), 5-17.  Recuperado de       

http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/Publications/Prospects/Prospects145_spa.pdf

Alvarez B. (2021), Curso Taller: Emociones, Autocuidado y Bienestar Docente (Sesión #1)

Esther SEIEM Foro Permanente 2021, recuperado de

https://www.youtube.com/watch?v=2n8Jfa8jMCM

Camisao, Verónica. (2003) Informe del taller de accesibilidad. Educación Inclusiva en Brasil – Diagnóstico Actual y Desafíos para el Futuro. Recuperado de 

http://www.acessibilidade.net/at/kit2004/Programas%20CD/ATs/cnotinfor/Relatorio_Incl  usiva/report_acessibilidade_es.html.   

García, Ismael (2013). Terminología internacional sobre la educación inclusiva

Actualidades Investigativas en Educación

On-line version ISSN 1409-4703Print version ISSN 1409-4703

 

Rev. Actual. Investig. Educ vol.13 n.1 San José Jan./Apr. 2013, recuperado de:

 https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-47032013000100007

Gobierno de México , Artículo 3º constitucional recuperado de https://www.constitucionpolitica.mx/titulo-1-garantias-individuales/capitulo-1-derechos-humanos/articulo-3-derecho-educacion

Tamez, Gabriela (2020), Educación inclusiva parte 1 Habvaco, recuperado de

https://youtu.be/x7lBKDoID6g

UNESCO. (2010). Sistema Regional de Información Educativa de los Estudiantes con Discapacidad (SIRED). Santiago: OREALC-UNESCO.         

https://dds.cepal.org/redesoc/publicacion?id=1286

Mendoza, Jaime (2021). Video soy docente: boletín sep no. 246 coloca gobierno de México a la educación como puntal del desarrollo recuperado de:

https://youtu.be/ue7iwmwZf5Q

Senado de la República, SEP 2021. Estrategia nacional de Educación Inclusiva, recuperado de: 

https://infosen.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/64/2/2019-11-14-1/assets/documentos/Estrategia_Educacion_Inclusiva.pdf

Algunas epidemias preexistentes a la covid-19 en México, ¿Qué le corresponde a la escuela trabajar para abatirlas?

Algunas epidemias preexistentes a la covid-19 en México, ¿Qué le corresponde a la escuela trabajar para abatirlas?

*Irma Clara García Galindo

irmaclaragarcia@gmail.

 

En el presente artículo, trataremos de contribuir a la visibilización de otras “epidemias” que azotan a nuestro país desde antes de la llegada del coronavirus causante de la covid-19 y cómo se ven agravadas por efecto de la pandemia que aún persiste. Además, esperamos hacer un acercamiento a lo que como escuela nos corresponde contribuir para abatirlas o al menos disminuirlas.

 Si bien es cierto, el término epidemia pertenece al campo de la medicina, aquí será retomado en sentido figurado para referirnos a otros “males” preexistentes en México, ya que sabemos que el término epidemia se refiere a la aparición de casos de una enfermedad en una comunidad o región determinada, y que claramente sobrepasa la incidencia normal prevista ocasionada por un agente infeccioso, (Fundación iO, 2020). Y aunque varios de esos males que mencionaremos no se trasmiten por un agente infeccioso, si podemos hablar de contagio social o contagio conductual, mismo que es favorecido por la misma cultura y las interacciones entre las personas.

 

 Aunque creemos que tomamos decisiones por cuenta propia, la psicología social reconoce que somos influidos por los entornos familiar, escolar, publicitario, comunitario, etc., y actuamos imitando por el miedo que provoca no pertenecer al grupo o no ser aceptados, (Corzoglio, 2017). Además, tomamos decisiones en las que se pueden combinar las influencias recibidas con deseos, necesidades, desconocimiento, por falta de oportunidades o por miedo, lo que propicia la aparición de fenómenos ciertamente complejos y multifactoriales.     

 

 

 

 

Sin duda la llegada de la pandemia de covid-19, enfermedad causada por el ya no tan nuevo virus Sars cov2 que estamos viviendo, ha venido a agudizar debido al confinamiento algunos “males”, si los podemos llamar así, que ya veníamos padeciendo y hacen necesario redoblar esfuerzos desde los diferentes ámbitos a que corresponda su atención y sin duda alguna atañe a la educación.

Para este ejercicio solo haremos referencia a algunas “epidemias” o “males” preexistentes, aunque sin duda pueden existir más que convendría también visibilizar.

Evidentemente la contingencia sanitaria ha traído consigo crisis económica en el mundo entero y dejará a millones de personas en la pobreza y pobreza extrema. México fue uno de los países con mayores tasas de crecimiento en este rubro de todos los países de América Latina al terminar 2020, de acuerdo con expectativas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (Patiño, 2020), sin embargo, ya éramos un país pobre antes de la llegada del virus. Durante 2019 la tasa de desempleo en nuestro país alcanzó 3.5 por ciento de la población económicamente activa (PEA), (Téllez, 2020).  El desempleo también trae consigo ciertas consecuencias lógicas, como la deserción de las escuelas y por ende el rezago escolar.

De acuerdo a datos de la Secretaria de Educación Pública, se contabilizaron de 36.5 millones de alumnos mexicanos que abandonaron las aulas desde el inicio de la contingencia sanitaria y a ellos se suman   los 4.1 millones que ya estaban fuera del sistema educativo previo a la contingencia. La misma SEP señalan que la deserción en el ciclo escolar 2019-2020 para el nivel básico alcanzó 10 por ciento de la matrícula, lo que significa que  dos  millones  525  mil  330 alumnos de  preescolar,

primaria y secundaria abandonaron sus estudios en plena contingencia sanitaria. Además, 305 mil 89 universitarios, equivalentes a 8 por ciento de la matrícula en ese nivel educativo, también lo hicieron.   Se estima que 800 mil alumnos ya no transitaron de la secundaria al bachillerato, (Toribio, 2020).

Por otro lado, otra de las “epidemias” preexistentes al covid-19 en México es, sin duda, el aumento de la violencia intrafamiliar (término que ocupan algunos medios de comunicación), o violencia doméstica. En el primer trimestre del año 2020 aumentó un 20.7% respecto al año anterior, de acuerdo a los datos estadísticos del Secretariado Ejecutivo de seguridad Pública (SESNSP). Durante el año 2019 se registraron 239,219 carpetas de investigación iniciadas por delitos contra la familia (Monroy, 2020), y eso sin contar todos los casos que no son denunciados y por supuesto, no contabilizados. La violencia en las familias es ocasionada principalmente a las mujeres e infancias, misma que mayoritariamente es perpetuada por los hombres.

Además, los embarazos no planeados durante la pandemia son otra “epidemia” que ya existía, y que de igual manera se ha agravado por múltiples razones durante la contingencia sanitaria. Se considera que en unos meses habrá una cantidad considerable de nacimientos de embarazos no planeados. En palabras de la Dra. Karla Berdychuvsky, directora general del Centro Nacional de  Equidad de Género y Salud Reproductiva, organismo que depende de la Secretaría de Salud,   menciona que de acuerdo a los indicadores de salud sexual y reproductiva internacionales y con datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO),   se espera que estos nacimientos aumenten al menos un 20 por ciento de los embarazos no planeados adicionales a los que ya se tenían proyectados, (Gobierno de México, Secretaria de Salud, 2021).

 Mientras que la mayoría de embarazos no planeados antes de la pandemia se registraban en adolecentes u otros grupos vulnerables, de acuerdo con la ENADID 2014 en (INEGI 2019) 46.1% de la población de mujeres adolescentes de 15 a 17 años que iniciaron su vida sexual, no usó algún método anticonceptivo, destacando que de ellas 16.9% no los utilizó porque no conocía los métodos o no sabía cómo usarlos, además de que tampoco sabía dónde obtenerlos, (INEGI, 2019).  Hoy debido al confinamiento se registra ese aumento de embarazos no planeados en mujeres de diversas edades en edad reproductiva, además de las jóvenes adolescentes.

 En la actualidad, las tecnologías de la información y la comunicación hacen posible que las noticias se difundan con una velocidad extraordinaria, lo cual pudiera ser beneficioso, sin embargo, las noticias falsas también han presentado un aumento considerable durante este tiempo de pandemia. Actualmente se escucha de manera recurrente el término infodemia, el cual se emplea para referirse a la sobreabundancia de información acerca de algún tema, de la cual alguna es rigurosa y otra falsa.

 La Organización Mundial de la Salud (2020), emplea desde hace tiempo el anglicismo infodemic, en español se utiliza el acrónimo infodemia, el cual está formado a partir de las palabras información y epidemia. La misma OMS ha advertido también sobre el peligro de las noticias falsas referidas en este tiempo a la covid-19. En la Asamblea Mundial de la Salud de mayo de 2020, los Estados Miembros de la OMS aprobaron la resolución WHA73.1, en la que se reconoce que gestionar la infodemia es una parte crucial del control de la pandemia de COVID-19.

La visibilización recobra una enorme importancia en tiempos o no de pandemia, y desde las escuelas es fundamental que los docentes nos “ejercitemos” en desarrollar un pensamiento crítico con conciencia social para comprender el origen de ciertos fenómenos y “atacarlos” desde nuestro ámbito de acción; pudiéramos retomar los cuestionamientos hechos por Gordillo en un prólogo escrito en 1998 “¿Será verdad que las cosas solo existen si se nombran, antes no? ¿O será que ellas existen, aunque nunca se nombren, es decir, se desconozcan?”, (Reyes-Heroles, 1998, p. 7).

Estos y otros males preexistentes y emergentes durante la pandemia, en definitiva, también son asunto de la escuela. Si revisamos los rasgos del perfil de egreso de educación básica obligatoria, en todos los ámbitos desde preescolar hasta medio superior podemos encontrar rasgos que se espera que posean los egresados de esos niveles y   están relacionados con las epidemias preexistentes mencionadas,  en especial en los ámbitos: exploración del mundo natural y social, pensamiento crítico y solución de problemas, y  el de  habilidades socioemocionales y proyecto de vida, y  también en el de habilidades digitales SEP, (2019); e incluso si fuera necesario, tendríamos que diseñar aprendizajes esperados y/o hacer los ajustes  pertinentes para que desde nuestra labor docente contribuyamos en la  mitigación o al menos el  control de esos males.

 Con el fin de hacer más atractiva la estancia en las clases ya sea virtuales o presenciales y mejorar los resultados en los aprendizajes de los alumnos, podemos echar mano de la gamificación, la cual es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos y que además nos permite desarrollar ciertas habilidades específicas, o bien recompensar acciones concretas, entre muchos otros objetivos, (Gaytán, 2020). Se hace esta recomendación con el propósito de retener a los alumnos en las escuelas y contribuir en disminuir la deserción escolar.

La visibilización de estos males preexistentes es muy importante, hacernos consientes de ellos lo es aún más. Sería de esperarse que las diferentes secretarias de gobierno mediante trabajo coordinado y cooperativo entre ellas, participen en diferentes estrategias que permitan el atender esas epidemias, cada una aportando desde su ámbito.  Nosotros, los que operamos la política educativa, deberemos participar en la aplicación los diferentes programas que ya existen y en los que seguramente irán surgiendo para los mismos fines.     

Maestras y maestros, se ha avanzado en los aprendizajes en la mayoría de nuestros alumnos gracias a los esfuerzos realizados por ustedes y desde luego con la colaboración de las familias. Lo que nos queda es continuar con esfuerzo sostenido y no abandonar de ninguna manera la tarea, para contribuir en lo que nos corresponde y que desde las escuelas hagamos un mejor país, un mejor México.

Referencias:

Corzoglio, Francisco (2017), Contagio social: la poderosa influencia de los demás portal 24 de junio de 2017 recuperado de: https://medium.com/@budamind/contagio-social-la-poderosa-influencia-de-los-dem%C3%A1s-21e0780291a3

Fundación iO (2020), Endemia, brote, epidemia, pandemia portal 26 de octubre 2020 recuperado de: https://fundacionio.com/endemia-brote-epidemia-pandemia/

Gaytan, Virginia (2020), Gamificación: el aprendizaje divertido, recuperado de:

https://www.educativa.com/blog-articulos/gamificacion-el-aprendizaje-divertido/#:~:text=La%20Gamificaci%C3%B3n%20es%20una%20t%C3%A9cnica,concretas%2C%20entre%20otros%20muchos%20objetivos

 

Gobierno de México, Secretaria de Salud, informe diario Covid-19 13 de febrero 2021, recuperado de  https://www.youtube.com/watch?v=zpx4xFZehms

Gobierno de México, Secretaria de Educación Pública (SEP) 2019 Plan y programas educación básica obligatoria, recuperado de:

https://www.planyprogramasdestudio.sep.gob.mx/index-perfil-educ-obligatoria.html

INEGI (2019) Comunicado de prensa  201/19 29 de abril de 2019, recuperado de:

https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2019/nino2019_Nal.pdf

Monroy, Jorge (2020), reportaje Violencia intrafamiliar aumenta 20.7% en primer trimestre de 2020, en el portal “El economista” del 21 de abril de 2020. Recuperado de: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Violencia-intrafamiliaraumenta-20.7-en-primer-trimestre-del-2020-20200421-0142.html

Organización Mundial de la Salud (OMS) Declaración Gestión de la infodemia sobre la COVID-19: Promover comportamientos saludables y mitigar los daños ‎derivados de la información incorrecta y falsa, 23 de septiembre de 2020, recuperado de

https://www.who.int/es/news/item/23-09-2020-managing-the-covid-19-infodemic-promoting-healthy-behaviours-and-mitigating-the-harm-from-misinformation-and-disinformation

Patiño, Dainzú, 2020 El 67% de la población de México será pobre tras la crisis, alerta la CEPAL Revista digital  15 julio 2020.

https://expansion.mx/economia/2020/07/15/poblacion-mexico-sera-pobre-tras-crisis-alerta-cepal

Reyes-Heroles, Federico, Conocer y decidir, (1998) México. Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América, prologo.

Téllez, Cristian  (2020)  Tasa de desempleo en México, portal de El financiero 21 de enero de 2020 recuperado de:

https://www.elfinanciero.com.mx/economia/tasa-de-desempleo-se-ubica-en-3-5-en-2019

Toribio, Laura (2020) Deserción escolar, otra pandemia; tres millones de estudiantes ya no continuaron su educación. Recuperado de: https://www.excelsior.com.mx/nacional/desercion-escolar-otra-pandemia-tres-millones-de-estudiantes-ya-no-continuaron-su-educacion