viernes, 15 de abril de 2016

Una propuesta de exploración antes del inicio de la enseñanza de la lectura y escritura formal (borrador)

   Una propuesta de exploración antes del inicio de la enseñanza de la lectura y escritura formal

Mtra. Irma Clara García Galindo
Resumen
En el presente artículo se hace la descripción de cómo se construyó una propuesta de exploración inicial para ser aplicada antes de iniciar la enseñanza formal de la lectura y escritura, misma que fue elaborada a partir de investigaciones recientes respecto a las habilidades necesarias para adquirir los aprendizajes mencionados.
Introducción
Por lo general para conocer el nivel de dominio que poseen los alumnos respecto a la lectura y escritura en educación primaria, se aplica una evaluación inicial, cuyos resultados dan cierta información respecto a “cómo anda el grupo” en estos aprendizajes, sin embargo difícilmente se hace una exploración de las habilidades cognitivas requeridas para aprender a leer y escribir.
Por lo anterior se construyó una propuesta de exploración inicial a partir de los resultados de investigaciones reciente, para que el docente o facilitador conozca las  habilidades que posee el alumno y el nivel de dominio de la lengua escrita antes de iniciar el proceso de enseñanza de manera formal. Para el presente trabajo entendemos como facilitador a la persona que estaría a cargo de la aplicación de la exploración. Se requiere  que sepa leer y escribir, que tenga buena actitud hacia los alumnos,  que presente disposición para aprender y llevar un método; mismo que será proporcionado a lo largo de la propuesta de exploración, que favorezcan  el avance  del aprendizaje de los alumnos, pasando  de un nivel al siguiente, implementando  una estrategia pedagógica significativa y respetando los ritmos de cada persona,   (Flores y Hernandez,. 2008).
 Actualmente se está construyendo una  propuesta metodológica de enseñanza de lectura y escritura inicial, misma que  está pensada  para que sean atendidos   los alumnos que aún no han accedido a esos aprendizajes  ya estando  en  grados superiores de educación primaria, es decir. 4º, 5º y 6º, y que  estén en los niveles  1,2 y 3 de acuerdo a  Jiménez y Moñetón, (2002);  en dónde el  nivel 1  se refiere a los alumnos pre lectores que  trabajan con información no alfabética, es decir, aquellos que no conocen el sistema alfabético; el nivel 2 alfabético parcial, y que se refiere a los alumnos cuando   trabajan con un conocimiento rudimentario de algunas relaciones de letra-sonido. Y el nivel 3 alfabético completo, que  se refiere a los alumnos cuando  tienen un conocimiento  más completo de la relación letra-fonema y de cómo se forman las palabras, aun con ciertas dificultades  como omisiones y sustituciones de grafías de manera recurrente, (Jiménez y Moñetón, 2002). La  aplicación de la propuesta de enseñanza también quedará a cargo de un facilitador
La propuesta de enseñanza no está pensada para apoyar a los alumnos que se encuentran en el nivel 4, pues de acuerdo a Jiménez y Moñetón, (2002), los alumnos que  están es este último nivel ya tienen conocimiento de la lengua escrita   sin embargo, algunas de las actividades pueden ser trabajadas con la totalidad del grupo aunque con otros propósitos educativos distintos a la enseñanza de la lectura y escritura, o más bien de reforzamiento de algunas habilidades necesarias para aprender a leer y escribir. Para conocer las habilidades de los alumnos así como el nivel de dominio del lenguaje escrito, se diseñó una exploración inicial para tener un referente y tomar decisiones respecto a lo que se deberá estimular antes y durante el proceso de enseñanza.
De  las actividades en  la exploración inicial, algunas son creaciones propias y están basadas en pruebas ya existentes con referencia a criterio, esto es que permite observar el nivel  de desarrollo de habilidades particulares de una persona,  (Macotela  y Romay, 2012), y  otras  de las actividades    son  retomadas tal cual  de pruebas también  ya existes y que están referidas a la norma, mismas que se caracterizan por el uso   de   instrumentos   estandarizados,  (Macotela y Romay, 2012).  En   ambos casos,  se  espera que el facilitador emplee los resultados de la aplicación de la propuesta de exploración únicamente como un referente y punto de partida para iniciar y/o complementar  la enseñanza.
Para determinar en qué nivel se encuentran los alumnos se tomó como base la prueba TALE (2000) de lectura y escritura, aunque   únicamente se tomaron las ideas de evaluación, pero  se diseñaron actividades propias de algunos de los aspectos que es necesario conocer, y a continuación se describen.

Descripción de la propuesta de evaluación
Para entrar de lleno a lo referente a la propuesta, es necesario hacer una breve revisión acerca de lo que significa leer y escribir. Leer y escribir es lenguaje escrito de acuerdo a  Roca, (1998) y es una variedad del lenguaje que dispone de medios propios; tiene características propias y se utiliza en situaciones distintas según las diferentes funciones de la comunicación escrita. Aunque el   lenguaje  y   la  escritura  están   relacionados,   el  lenguaje  escrito  es   más   que   la manifestación gráfica del lenguaje pues implica aspectos de comprensión, por lo que el aprendizaje del lenguaje escrito, y de acuerdo a los planteamientos de la psicolingüística  pudiera verse en una dimensión más amplia que la de únicamente enseñar a leer y escribir, Roca, Simó, Solsona, González y Rabassa,  (1998).
De las habilidades necesarias para el aprendizaje de la  lectura y la escritura  de acuerdo a  Ferreiro y Teberosky (1979), la lateralización es importante, la cual consiste en la aprehensión de la idea de derecha e izquierda, Tasset (1972). La automatización de derecha-izquierda es indispensable para la escritura pues conforma la base de la orientación espacial, los alumnos que presentan dificultades en lateralización generalmente tienen la dificultad de inversión de grafías, como  en p-q, d-b, siendo los ejemplos típicos, (Tasset,  1972).
Para conocer esta habilidad en los alumnos en la  exploración inicial, se proponen algunas actividades en donde se observa este dominio dibujando algunos objetos en la mano derecha o izquierda de los niños o a su lado, o dibujar seres u objetos en lugares específicos según se indica. La idea de cómo observar esta habilidad fue creada a partir de algunos ejemplos de Baqués (2005), y se considera como una evaluación referida a criterio.
Por otro lado, para aprender el lenguaje escrito se requieren ciertos procesos cognitivos iniciando por  la percepción, que implica “captar e integrar la información recibida a través de los sentidos y procesarla para obtener un algo con significado  para  nosotros” (Contreras, 2004, p. 93).  La percepción  es  la   base  de  los procesos cognitivos, al proceso de captar, integrar y reaccionar ante los estímulos se le denomina percepción, (Matlin y Foley. 1996).
 Bravo (2000), conceptualiza a la percepción como proceso cognitivo necesario  para el aprendizaje  del  lenguaje   escrito,  pero  el  tema  de  la percepción   es  realmente   muy amplio y complejo, por lo que consideramos conveniente hablar de la percepción visual,  Bravo y Pino  (2005) comentan,  que la  percepción visual es un proceso cognitivo que precede   el  aprendizaje   de   la  lectura  y   que   mediante  ella  es  posible  efectuar  el procesamiento y memoria visual de las palabras escritas y de los demás signos ortográficos.
 En cuanto a la percepción visual se propone en la exploración inicial un cuadro  con distintos trazos gráficos que deberá reproducir en otro cuadro igual, esta habilidad es explorada con una actividad referida a criterio, creada ex profeso para conocer esa habilidad del alumno.
Otra de las habilidades cognitivas de las que es necesario hablar es la atención; la cual  “es una  capacidad  básica  del  pensamiento  que  nos  permite  aprender  y  comprender   los contenidos”, (Contreras, 2004 p. 88). Aunque se completa el concepto mencionando que la atención es “la concentración de la actividad mental” (Matlin y Foley. 1996, p. 148). Esta habilidad cognitiva es indispensable además de aprender de entender y atender lo que está a nuestro entorno.
En la propuesta de exploración no se incluye una actividad específica para observar esta habilidad del alumno, sin embargo el facilitador deberá observarla durante su aplicación, y formarse en criterio al respecto pues de no existir o ser intermitente, el alumno no estaría en la posibilidad de ejecutar las actividades.
La memoria es otro proceso cognitivo involucrado, debido a que es necesaria para adquirir todo tipo de aprendizaje para el almacenamiento de información, ya  que es la facultad de recordar después de que dos estímulos se han presentado juntos  varias veces, (Bodrova y Leong,  2004).  De acuerdo a Bravo y Pino, (2005), los niños seleccionan las partes sobresalientes de una palabra impresa, la identifican y la asocian a su pronunciación, (Bravo y Pino, 2005), por ello en un primer momento se debe observar la habilidad del alumno en cuanto a su memoria visual, en un principio con otro tipo de trazos o figuras para posteriormente trabajar con grafías.
Para observar lo referente a la memoria visual del alumno, se empleó la imagen compleja que se propone en una prueba referida a  la norma llamado   Test de la figura compleja de Rey-Osterrieth, (1942), la cual evalúa la organización perceptual y la memoria visual mediante la reproducción de la figura con un periodo de interferencia.
Para evaluar la memoria visual, en la propuesta se le indica al alumno que observe la imagen y la reproduzca en un espacio destinado para ello sin límite de tiempo, quedando esto al criterio del facilitador,  y se sugiere continuar con la exploración y dejar pasar unos 30 minutos para que al cabo del tiempo, solicitar al alumno que nuevamente reproduzca la imagen  pero ya sin permitirle que la vuelva a ver, es decir, la deberá reproducir de memoria. Aunque es una prueba estandarizada no se utilizarán los criterios de evaluación ahí propuestos, por lo que los resultados deberán  ser evaluados a criterio del facilitador y tomarlos al igual que los demás resultados únicamente como un  referente.
Por otro lado, para comprender lo relacionado a la  discriminación como otra habilidad cognitiva necesaria para el aprendizaje de la lengua escrita, se requiere establecer un nexo entre atención y  percepción haciéndose necesario establecer semejanzas y diferencias, (Contreras, 2004). Se entiende  la discriminación como la menor cantidad que debe ser cambiada de un estímulo para que éste apenas  se  perciba  como  diferente, (Matlin y Foley, 1996),  por ello en la exploración inicial se incluyen actividades para observar la habilidad del alumno en cuanto a discriminación visual y auditiva.
Para explora la discriminación visual se propone que el alumno en una  primear secuencia tache las flores están en la misma  posición que el modelo, y en la segunda secuencia encierre los vestidos que son diferentes  que el modelo, esta actividad fue creada para observar si el alumno se percata de las diferencias en los elementos, en ambos casos se presenta como se dijo, un dibujo para que lo tome como referente.
Es necesario explorar también la percepción auditiva, la percepción auditiva  de las palabras se caracteriza por la rapidez en el reconocimiento y por su prontitud de aparición en el tiempo. De acuerdo a varios estudios, se ha demostrado    que     las    palabras     pueden     reconocerse   a    los  200    milisegundos    aproximadamente después de su comienzo, lo que significa que las palabras se reconocen bastante antes de haber terminado de oírlas, cuando sólo se ha escuchado más o menos la mitad de la señal acústico-fonética, (Vieiro, Peralbo y García, 1997 p. 18).  Para observar esta habilidad  se propone que el facilitador (a) explique la actividad y anote las respuestas del niño   en el espacio disponible para ello, deberá explicarle al alumno que tendrá que  terminar las frases que se le indiquen  por cierre gramatical. El cierre gramatical es la capacidad de usar la redundancia del lenguaje para manejar el lenguaje y formar oraciones gramaticalmente correctas para una lengua. A través de actividades de cierre gramatical es posible evaluar la aptitud del niño para hacer uso de las repeticiones del lenguaje oral, adquirir hábitos automáticos y manejar la sintaxis y las inflexiones gramaticales, (Salavert, R. 1981).
Para observar la memoria auditiva  se propone que el alumno repita  grupos de  tres a cinco palabras en el mismo orden en que se le dicen. En un grupo será de tres  palabras de un campo semántico, otro grupo de cinco palabras de otro campo semántico y un tercer grupo de cinco palabras pero sin ninguna relación  para observar la habilidad y no lo realice  por asociación, sin perder de vista que se está observando la memoria auditiva por lo que el orden es importante.
La conciencia fonológica es otra de las habilidades que se propone explorar y que de acuerdo a Bravo, (2000) también es una habilidad cognitiva que se requiere para aprender el lenguaje escrito, y   es   la capacidad o habilidad que  posibilita a los niños reconocer, identificar, deslindar, manipular deliberadamente y obrar con los sonidos (fonemas) que conforman  a las palabras. Y opera con el reconocimiento y el análisis de las unidades significativas del lenguaje, lo que facilita la transferencia de la información gráfica a una información verbal. Este proceso consiste en aprender a diferenciar los fonemas, en cuanto son expresiones acústicas mínimas e indispensables para que las palabras adquieran significado, Bravo (2000). Para observar esta habilidad se proponen actividades en donde el alumno deberá reconocer imágenes y diferenciar sus nombres tachando las  que inicien o  terminen diferente según se le indique.
En la propuesta también se incluye una imagen con texto, con lo que se observa la diferenciación del alumno del lenguaje escrito con imágenes es decir, representaciones icónicas con no icónicas, pues los dibujos están el dominio de lo icónico, pero con las grafías se está fuera de lo icónico, pues las formas de los grafismos no reproducen la forma de los objetos, (Ferreiro, 1997).
Para conocer el nivel de dominio en la lectura o en su caso decodificación se tomó como base la prueba referida a la norma T.A.L.E 2000. Para hacer la exploración  se deberá   hacer la valoración de acuerdo a la siguiente clasificación: Palabra a palabra, cuando en una oración lee una palabra y hace pausa;  vacilante, si su lectura está llena de vacilaciones, rectificaciones  y repeticiones;  mecánica, si su lectura es fluida sin muchas vacilaciones, rectificaciones y repeticiones, pero carente de entonación; o si su lectura es con pausas y entonación, que es una lectura fluida sin muchas vacilaciones, rectificaciones y repeticiones, con pausas y entonación sin importar la velocidad resultando una lectura adecuada y con rescate de significado, (prueba T.A.L.E. 2000).
Las palabras   para leer contienen todo tipo de sílabas. Para observar la lectura  se propuso un grupo de palabras de un campo semántico con todo tipo de sílabas, después  la lectura de tres oraciones sencillas para que el alumno las una con la imagen correspondiente  de acuerdo a su significado. La finalidad de la lectura de las oraciones sencillas es observar en qué medida el alumno entiende el mensaje que transmite el texto, es decir, observar si extrae el significado comprendiendo la situación que se presenta en cada imagen de acuerdo a la lectura que haga de cada oración presentada, TALE 2000, P 27.
Para explorar la escritura se retomó  la guía de caracterización elaborada por los servicios de educación especial del Valle de México, resultando una prueba referida a criterio. Para conocer en qué nivel está el alumno, se propuso el dictado de un campo semántico cuya escritura requiera de todo tipo de silabas, pero en caso de que el alumno presente dificultades considerables para escribir y se observa que aún está en el nivel 1 de acuerdo a la clasificación de Jiménez y Moñetón, (2002);   se sugiere que le sean dictadas las vocales de atrás hacia adelante para observar si ya emplea grafías, seudografías o trazos indiferenciados. Finalmente se sugiere que se le dicten al alumno dos oraciones con la finalidad de observar si el alumno las puede escribir y si respeta los espacios en blanco entre palabras.
Como se trata de una propuesta inicial de lectura y escritura, hasta ahí se propone conocer en la propuesta de exploración.
Para  la propuesta de exploración inicial se incluyen ideogramas para indicar lo que hará el maestro y lo que hará el alumno además de que se incluyen una serie de dibujos; ambos tanto ideogramas como dibujos son creaciones propias.
Bibliografía
Ø  Baqués, M. (2005), Proyecto de activación de la inteligencia 3, México, SM.
Ø  Bodrova,E. y Leong, D. (2004) Herramientas de la mente, México, Pearson Prentice Hall, Biblioteca para la actualización del maestro.
Ø  Contreras, O. y Del Bosque, A. (2004) Aprender con estrategia, México, D.F.,  Pax México.
Ø  Ferreiro, E. (1997) Alfabetización teoría y práctica. México, Siglo XXI.
Ø  Ferreiro, E. Teberosky A. (1979). Los sistemas de escritura en Psicología genética y aprendizajes escolares. México, Siglo XXI.  
Ø  Inwing, J. Doyle, M. (2004), Conexiones entre lectura y escritura, aprendiendo de la investigación, Buenos Aires, Argentina,  Aique.
Ø  Jiménez J.  y Muñetón,M. (2002), Dificultades de aprendizaje de la escritura: Aplicaciones de la psicolinguistica y de las nuevas tecnologías. España, Trotta.
Ø  Macotela, S. y Romay, M., (2012), Inventario de habilidades básicas, México, Trillas.
Ø  Martlin, M. y Foley, H. (1996), Sensación y percepción, México, Pearson Educación, México.
Ø  Vieiro, P., Peralbo, M., García, J. (1997) Procesos de adquisición y producción de la lectoescritura. Madrid, Volumen CXXIV de la Colección Aprendizaje. Visor.
Ø  Roca, N.; Simó, R.; Solana, R.; González, C.; Rabassa, M.,   (1998)  Escritura y necesidades educativas especiales, teoría y práctica de un enfoque constructivista. Madrid, España, Colección Educación y Cultura.
Ø  Tasset, J. Teoría y práctica de la psicomotricidad, (1972), Barcelona, España, Paídos.  
Fuentes de información electrónicas.
Ø  Bravo, L. (2000), [Los procesos cognitivos en el aprendizaje de la lectura inicial]
L. Revista pensamiento educativo, volumen 27. Pontifica Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.
Ø  Bravo, L. y Pino, Mónica (2005), [La memoria visual como predictor del aprendizaje de la lectura], Psyhe, 2005, Vol. 14, No. 1 p 47-53, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.
Ø  Flores, L., Hernández, A., [Construcción del aprendizaje de la lectura y escritura], Costa Rica, Educare, vol. XII, núm. 1, 2008, pp. 1-20
             Universidad Nacional Heredia, Costa Rica.
Ø  González,  (2003), [Procesos de construcción de la lengua escrita en niños preescolares trujillanos].  Ágora, Trujillo, 11. Enero-Junio 2003ª
Ø  Celdrán C. Zamorano B.  (2005) [Dificultades en la adquisición de la lecto-escritura y otros aprendizajes] Logopedas en los Equipos de Orientación
Educativa y Psicopedagógica.
Ø  Rey, A. y Osterrieth, P. Test figura compleja 1942
Ø  Prueba TALE 2000 [Escalas Magallanes de Lectura y Escritura, manual de referencia]Albor COHS, España.
Ø  Salavert, R. [El cierre grammatical: una prueba para la medida de la habilidad morfosintáctica.] 1981, estudios de psicología 5 y 6.  Universidad de Barcelona.


lunes, 4 de abril de 2016

Enseñanza de la lectura y escritura inicial, una obligación y compromiso de educación básica.

Lo que hemos olvidado o ignorado  en la enseñanza de la lectura y escritura
Mtra. Irma Clara García Galindo*

Resumen
El objetivo de este artículo es describir algunos procesos cognitivos básicos para el aprendizaje de la lectura y escritura inicial, a partir de los resultados de algunas investigaciones recientes. La relación que hay entre sí y con el lenguaje oral, además la importancia de su adquisición   y las consecuencias de su no adquisición.
  Así como la importancia que tiene el que  sean estimuladas las habilidades cognitivas  antes y durante el proceso de enseñanza.
Palabras clave: Enseñanza, lectura y escritura inicial, lenguaje, habilidades para el aprendizaje.


La importancia y las consecuencias de no aprender a leer y escribir en edades escolares

La importancia que tiene el aprender a leer y escribir, radica en que ambos aprendizajes constituyen una destreza instrumental para otros aprendizajes o cualquier materia escolar,
y según lo que comenta  Jiménez y Muñetón, (2002), “el estudiante que tenga problemas en esos procesos acusará un efecto «bola de nieve», al quedar retrasado en la mayoría de las materias, incluso aunque el resto de sus capacidades cognitivas sean normales” (Jiménez y Muñetón, 2002, p. 9).
Una consecuencia clara es no comprender cómo funcionan las matemáticas, lo primero que se necesita es aprender a leer, porque al comprender el   texto es posible apreciar y analizar un problema matemático, comentó  Samuel Gitler Hammer,  quien es miembro de El Colegio Nacional y la Academia Mexicana de Ciencias, (Hernández, 2013).
Por mucho tiempo se consideró que el leer y escribir eran  un mismo aprendizaje, hoy se sabe que son aprendizajes diferenciados pero que guardan una estrecha relación entre sí,  pues la lectura y escritura de palabras es similar debido a que estas habilidades dependen de la misma fuente de conocimiento en la memoria,  y que ambas están a su vez relacionados con el lenguaje, “Para aprender a leer y escribir, se necesita el conocimiento alfabético” (Jiménez y Muñetón, 2002 p.85); es decir, el conocimiento de la correspondencia grafema-fonema, lo que se define como el conocimiento instrumental del que hace uso el usuario cuando pone en juego estas habilidades.

Introducción

En la cotidianidad del trabajo  en los  servicios en educación especial, se ha observado que una dificultad recurrente es el aprendizaje y consolidación  de la lectura y escritura por parte de algunos  alumnos con o sin discapacidad;  por lo que presentan serio rezago en muchos otros  aprendizaje,  es decir, estos alumnos presentan  necesidades educativas especiales  y son  precisamente los alumnos con esta dificultad  los que principalmente son atendidos  por educación especial, específicamente en el proyecto de  las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Regular,  U.S.A.E.R.
Nos hemos encontrado con alumnos que poseen un bajo nivel de dominio de estos aprendizajes, ya estando en grados superiores de educación primaria, es decir, 4º, 5º y 6º. Refiriéndonos a niveles bajos siendo más preciso encontrándose en los niveles  1,2 y 3 de acuerdo a  Jiménez y Muñetón, (2002);  en dónde el  nivel 1  se refiere a los alumnos pre lectores que  trabajan con información no alfabética, es decir, aquellos que no conocen el sistema alfabético; el nivel 2 alfabético parcial, y que se refiere a los alumnos cuando   trabajan con un conocimiento rudimentario de algunas relaciones de letra-sonido. Y el nivel 3 alfabético completo, que  se refiere a los alumnos cuando  tienen un conocimiento  más completo de la relación letra-fonema y de cómo se forman las palabras, entendiéndose que con ciertas dificultades   como omisiones y sustituciones de grafías de manera recurrente, (Jiménez y Muñetón, 2002).
Aquí convendría preguntarse por qué no han aprendido o consolidado su aprendizaje, cuáles son las posibles causas y qué tendríamos que hacer desde la enseñanza. En adelante se procurará responder a éstas interrogantes, si no del todo, al menos ofrecer algunos indicios que nos pudieran aportar para mejorar el aprendizaje de los alumnos en esta situación.
Lectura y escritura o lenguaje escrito, su relación con el lenguaje oral

Leer y escribir es lenguaje escrito de acuerdo a  Roca, (1998) y es una variedad del lenguaje que dispone de medios propios; tiene características propias y se utiliza en situaciones distintas según las diferentes funciones de la comunicación escrita. Aunque el lenguaje y la escritura están relacionados, el lenguaje escrito es más que la manifestación gráfica del lenguaje pues implica aspectos de comprensión, por lo que el aprendizaje del lenguaje escrito, y de acuerdo a los planteamientos de la psicolingüística 
debiera verse en una dimensión más amplia que la de únicamente enseñar a leer y escribir, Roca, Simó, Solsona, González y Rabassa,  (1998).
Bravo (2014) comenta que aprendizaje del lenguaje escrito depende de un conjunto de procesos    internos   del   niño   en    su   cerebro   desarrollados   por    las   estrategias
psicopedagógicas que se ponen en marcha  y por su ambiente cultural. Esos  procesos  internos   a  los  que  Bravo (2014)  hace referencia son las habilidades cognitivas que el alumno debiera poseer para apropiarse del lenguaje escrito.
Por otro lado, la neuropsicología cognitiva se ha ocupado de investigar y explicar por qué para algunos   alumnos  es tan difícil aprender a leer y escribir, y qué relación existe entre el lenguaje oral y el escrito  que pueda dificultar  dichas  adquisiciones. Las  respuestas a
esas cuestiones comienzan a buscarse en los procesos lingüísticos, (Bravo, 2014)   Estas dificultades se basan en que hablamos articulando sílabas formando palabras y estas conforman oraciones, pero escribimos   grafemas que  representan  fonemas. Si se concibe a la escritura como un código de transcripción del habla que convierte las unidades sonoras en unidades gráficas, se pone en primer lugar la discriminación perceptiva en las modalidades que se involucran, la visual y la auditiva,( Ferreiro,  1997).
Por lo tanto, de acuerdo a la opinión de Bravo (2014), el lenguaje es  la piedra angular del aprendizaje en la educación.El desarrollo del lenguaje oral es la expresión del pensamiento de los niños y el lenguaje escrito es la expresión de su pensamiento en el contexto de una cultura”,  (Bravo, 2014, p. 1), de ahí la importancia  del lenguaje  y de conocer  su relación con la lectura y escritura.
Según Aguirre (2000),  “Aprender a leer y escribir requiere el uso del lenguaje de manera más  consciente, formal,  deliberada y  descontextualizada” (Aguirre, 2000 p.1). La lectura y escritura es   lenguaje escrito como se mencionó anteriormente,  y  es considerado como   un objeto  socio-cultural,  una  tecnología  colectiva  de  la humanidad  que  nos ha venido sirviendo desde hace siglos para resolver algunos problemas de las sociedades,  (Celdrán y Zamorano, 2005). En este sentido, ocupará un lugar importante en los currículos escolares. Si fuera de la escuela este conocimiento no tuviera utilidad, entonces tampoco constituiría un contenido escolar fundamental y motivo de preocupación para quienes estamos a cargo de la enseñanza.
En lo referente a su naturaleza y función, al contrario de lo que se cree habitualmente, el
lenguaje escrito no solo es un código de transcripción del habla, sino que también es  un sistema de representación gráfica del lenguaje hablado (Ferreiro,1997). Este sistema tiene por función representar enunciados lingüísticos, y por tanto, guarda relaciones con el lenguaje oral, aunque tiene propiedades específicas que van más allá de la simple correspondencia con los sonidos.

Según Bravo (2000), la adquisición de los aprendizajes de la lectura y escritura se debe fundamentar en un desarrollo óptimo del lenguaje oral, tanto a nivel comprensivo como expresivo  y  en  potenciar el trabajo de  habilidades  lingüísticas  y  metalingüísticas,  las cuáles son uno de los pilares fundacionales en el acceso a la lectura y a la escritura, (Bravo,  2000).
 Y de acuerdo a Ferreiro (1997), aprender a leer y a escribir requiere que el niño comprenda la naturaleza sonora de las palabras, es decir, que éstas están formadas por sonidos individuales, que debe distinguir como unidades separadas y que se suceden en un orden temporal ya que en un primer momento, los alumnos no se percatan de que cada una de las palabras están también escritas en un orden similar al orden de las palabras emitidas, (Ferreiro, 1997).

Pero, qué son la lectura y  la escritura

La lectura  no sólo es descifrar un código para pasar a la comprensión, no es únicamente la oralización de  lo escrito.  (Roca, et. al. 1998),   se conceptualiza  como un proceso en donde se coordinan diversas habilidades con el fin de obtener información que se busca o se espera encontrar.    Implica dos funciones simultáneas complementarias e igualmente importantes; se va   captando el mensaje  y  reconociendo el significado del texto, con el propósito de interpretarlo e incluso juzgarlo y valorarlo; ambas funciones deben interactuar. 
La lectura abarca  un complejo conjunto de procesos mentales que incluyen información de dos clases: lingüística, sobre el significado, la sintaxis, el vocabulario, la forma del texto, las letras, etc.; y extralingüística, sobre la situación comunicativa, el objeto al que el texto se refiere, al modo de tratar la información, etc.,  (Sequeira, 2009).  Para  Sequeira (2009), comprender un texto, el  lector  debe  activar  los  conocimientos lingüísticos y extralingüísticos que tiene almacenados en la memoria e integrarlos con los que el texto expresa de manera explícita e implícita.
Bravo (2000), concluye  que el aprender a leer implica aprender a pensar de otra manera y este aprendizaje conlleva un desarrollo de la inteligencia verbal, aplicable al aprendizaje de otros conocimientos, (Bravo, 2000, p.51).  De acuerdo a González (2003), en el acto de la lectura, el lector encuentra dos tipos de informaciones, la visual, que es aportada por el texto, y la no visual que está constituida por la competencia lingüística, la experiencia previa  y el  conocimiento que  posee  la persona, de este modo, la lectura se convierte en un proceso activo en donde el sujeto puede construir el significado del texto, (González, 2003).
La comprensión está  íntimamente ligada al desarrollo de habilidades de lenguaje  que son necesarias para la comprensión de significado. Esto quiere  decir  que la lectura inicial, requiere del desarrollo de factores verbales previos para tener éxito en el proceso lector. Por lo tanto, la estimulación en comprensión lectora supone un trabajo paralelo de desarrollo de habilidades verbales o psicolingüísticas, si éstas no han sido desarrolladas, (Bravo, 2000).
La lectura abarca pues un complejo conjunto de procesos mentales que incluyen información de dos clases: lingüística, sobre el significado, la sintaxis, el vocabulario, la forma del texto, las letras, etc.; y extralingüística, sobre la situación comunicativa, el objeto al que el texto se refiere, al modo de tratar la información, etc.,  (Sequeira, 2009).  Para  Sequeira (2009), comprender un texto, el  lector  debe  activar  los  conocimientos
lingüísticos y extralingüísticos que tiene almacenados en la memoria e integrarlos con los que el texto expresa de manera explícita e implícita.
  Respecto a la escritura,  y  de acuerdo a ciertos estudios recientes se sabe, tal como en la lectura,  que el alumno debe poseer ciertas habilidades y aptitudes previas para aprender a  escribir,    como: lateralización espacial, discriminación visual y auditiva,  coordinación visomotríz, buena articulación, etc. (Ferreiro y Teberosky, 1979). Sin embargo  también se sabe que los aspectos figurativos no son los únicos requeridos para aprender a   leer  y  escribir,   también   están   involucrados   ciertos  procesos  cognitivos,  como: percepción,  atención, memoria visual y conciencia fonológica,  (Bravo, 2000). Los cuales de acuerdo a las investigaciones recientes, son   considerados  de suma importancia  para la adquisición en relación a la parte conceptual de esos aprendizajes; es decir, más allá que únicamente los requerimientos que involucran el área   motriz.
Procesos cognitivos involucrados en el aprendizaje del lenguaje escrito
Lo cognitivo es considerado  importante debido a que posibilita el aspecto constructivo durante el proceso de aprendizaje del lenguaje escrito, y precisamente han sido aquellas habilidades que han sido descuidadas durante la enseñanza, (Ferreiro, 1997),    pues si el alumno presenta dificultades en el área motriz que dificulte su escritura  de  manera  convencional,  bien  pueden  ser  diseñados y utilizados tableros de comunicación, o hacer uso de algún  material cuya implementación permita que el alumno escriba y así conocer sus construcciones conceptuales.
Lo actualmente encontrado al respecto, es que la información de la que se dispone en relación a los procesos cognitivos involucrados, proviene de tres distintos tipos de investigaciones. Aquellos que se realizaron haciendo   algunos seguimientos en jardín de niños y educación primaria, los cuales muestran cuáles  son las habilidades que promueven  el  aprendizaje  futuro de la lengua escrita. Las investigaciones que  diferencian   las  habilidades previas de los alumnos que aprenden a leer y escribir sin dificultad, y los que fracasan o se quedan en  situación de rezago y por último, aquellas investigaciones que estudian las interacciones entre las diferentes etapas en el conocimiento de la lectura y escritura,   (Bravo, 2000).
Entre   las habilidades cognitivas que se ponen en juego antes y durante el aprendizaje de la lectura y escritura, se ha encontrado que la percepción es uno de ellos, la cual  implica “captar e integrar la información recibida a través de los sentidos y procesarla para obtener un “algo” con significado para nosotros” (Contreras y del Bosque, 2004, p. 93).  La percepción es la base de los procesos cognitivos, al proceso de captar, integrar y reaccionar ante los estímulos se le denomina percepción.
 Bravo (2000), menciona a la percepción como proceso cognitivo necesario  para el aprendizaje  del  lenguaje  escrito, pero  el  tema  de  la percepción  es realmente muy amplio y complejo, por lo que consideramos conveniente hablar de la percepción visual específicamente, debido a que está  directamente relacionada con el tema con nos ocupa.   Bravo y Pino  (2005) comentan  que la  percepción visual es un proceso cognitivo que precede   el  aprendizaje   de   la  lectura  y   que   mediante  ella  es  posible  efectuar  el procesamiento y memoria visual de las palabras escritas y de los demás signos ortográficos.
El reconocimiento visual ortográfico implica la habilidad del sujeto para almacenar en la memoria visual la configuración de letras, sílabas y palabras, los niños seleccionan las partes sobresalientes de una palabra impresa, la identifican y la asocian a su pronunciación,  (Bravo y  Pino, 2005).

 El contexto,  las expectativas, el conocimiento y la memoria dirigen el proceso de reconocimiento de las palabras, (Martlin y Foley, 1996), tanto visual como de manera  auditiva.
La percepción auditiva de las palabras es el otro tipo de percepción también relacionada con el aprendizaje de la lectura y escritura y  se caracteriza por la rapidez en el reconocimiento y por su prontitud de aparición en el tiempo. De acuerdo a varios estudios, se ha demostrado    que     las    palabras     pueden     reconocerse   a    los  200    milisegundos aproximadamente después de su comienzo, lo que significa que las palabras se reconocen bastante antes de haber terminado de oírlas, cuando sólo se ha escuchado más o menos la mitad de la señal acústico-fonética, (Vieiro, Peralbo y García, 1997).  
Algunas investigaciones actuales señalan que también es necesario que el alumno posea la capacidad de discriminación auditiva,  habilidades en donde  entran en juego procesos
de abstracción de semejanzas, discriminación de diferencias y categorización de sonidos comunes además de su diferenciación,  (Nieto, 1998).
Para comprender lo referente a la  discriminación se requiere establecer un nexo entre atención y  percepción haciéndose necesario establecer semejanzas y diferencias, mismo nexo  se obtiene a través de la observación, (Contreras y del Bosque, 2004). Entendiendo la discriminación como la menor cantidad que debe ser cambiada de un estímulo para que éste apenas  se  perciba  como  diferente, (Matlin y Foley, 1996).
Ya  fue mencionada  la relación que existe entre el  lenguaje hablado y el lenguaje escrito; por lo que es importante saber  cómo es que percibimos el lenguaje hablado,  lo que  hacemos como el conjunto de una serie de sonidos. El habla consiste en continuos cambios de sonido con varios periodos de silencio, lo cual se correspondería en la lectura con fijaciones y movimientos sacádicos, (Vieiro, et. al 1997). Por lo anterior es indispensable hacer participar a los alumnos en actividades que promuevan la habilidad de percepción de las palabras, con la percepción auditiva y visual.
Otra de las habilidades cognitivas de las que es necesario hablar es la atención; la cual  “es una  capacidad  básica  del  pensamiento  que  nos  permite  aprender  y  comprender   los Contenidos”, (Contreras y del Bosque, 2004 p. 88). Aunque se completa el concepto mencionando que la atención es “la concentración de la actividad mental” (Matlin y Foley. 1996, p. 148). De acuerdo a la experiencia empírica, sin atención no hay aprendizaje.
 También es indispensable comentar  lo referente a la memoria debido a que es necesaria para adquirir todo tipo de aprendizaje y almacenar información, pero en este caso nos referimos específicamente a la memoria asociativa; que es la facultad de recordar después de que dos estímulos se han presentado juntos  varias veces, por lo que establecemos relaciones y la información nueva se engancha con la información existente (Bodrova y Leong, 2004).
Por otro lado, la conciencia fonológica también es considerada  según Bravo, (2000), como una habilidad metalingüística definida como: “La reflexión dirigida a comprender que un sonido o fonema está representado por un grafema o signo gráfico que a su vez, si se lo combina con otro, forman unidades sonoras y escritas que permiten construir una palabra que posee un determinado significado”. (Bravo, 2000 p. 12).
 La conciencia fonológica es pues,  la capacidad o habilidad que  posibilita a los niños reconocer, identificar, deslindar, manipular deliberadamente  los sonidos (fonemas) que componen a las palabras. Y opera con el reconocimiento y el análisis de las unidades significativas del lenguaje, lo que facilita la transferencia de la información gráfica a una información verbal. Este proceso consiste en aprender a diferenciar los fonemas, en cuanto son expresiones acústicas mínimas e indispensables para que las palabras adquieran significado. En el aprendizaje de la lectura, el desarrollo de la conciencia fonológica es como un puente entre las instrucciones del facilitador y el sistema cognitivo del niño, necesaria para poder comprender y realizar la correspondencia grafema-fonema, (Bravo, 2000).
El desarrollo de la conciencia fonológica en los niños  no sólo favorece la comprensión de las relaciones entre fonemas y grafemas, sino que les posibilita descubrir con mayor facilidad cómo los sonidos actúan dentro de las palabras. Es importante considerar el desarrollo de esta capacidad cognitiva como un paso previo imprescindible antes y durante  la enseñanza formal del lenguaje escrito.  Es decir, se hace necesario  desarrollar la  conciencia fonológica, “la conciencia fonológica se inicia con el desarrollo del lenguaje oral mediante  juegos linguisticos”,  (Bravo,  2000 p. 10), a manera de recomendación de Bravo (2000).

Y finalmente, es indispensable que además de un ambiente de respeto hacia los alumnos con los que se esté trabajando, también es necesario que se mantenga el interés, haciendo uso de  actividades que le resulten atractivas y motivantes, ya que la motivación es uno de los elementos más importantes para que se logre el aprendizaje. El interés   se refiere a un estado interno que nos activa y nos posibilita mantener una conducta relacionada con lo que nos proponemos y nos interesa, (Contreras y  Del Bosque,  2004). Por ello es indispensable proponer  actividades a manera de juego, tomando en consideración el interés de acuerdo a la edad de los alumnos que enriquezcan  el aprendizaje a la par de su autoconfianza.
Conclusión
Una vez recordadas y/o conocidas los procesos cognitivos que se ponen en juego para el aprendizaje de la lectura y escritura, además de su relación con el lenguaje, es indispensable que en la escuela se haga una estimulación de esos procesos y pudieran a llevar al alumno a un mayor éxito en su aprendizaje, además de favorecer de manera indirecta la posibilidad de mejorar su aprendizaje en el resto de las asignaturas. Lo cual pudiera lograrse abundando en actividades que favorezcan la comprensión del lenguaje oral para de ahí llevarlos a la comprensión del lenguaje escrito.




Referencias
Ø  Bodrova, E. y Leong, D. (2004) Herramientas de la mente, México, Pearson Prentice Hall, Biblioteca para la actualización del maestro.
Ø  Contreras, O. y Del Bosque, A. (2004) Aprender con estrategia, México, D.F.,  Pax México.
Ø   Ferreiro, E. (1997) Alfabetización teoría y práctica. México, Siglo XXI.
Ø   Ferreiro, E. Teberosky A. (1979). Los sistemas de escritura en Psicología  genética y aprendizajes escolares. México, Siglo XXI.  
Ø   Jiménez J.  y Muñetón,M. (2002), Dificultades de aprendizaje de la escritura: Aplicaciones de la psicolinguistica y de las nuevas tecnologías. España, Trotta.
Ø  Martlin, M. y Foley, H. (1996), Sensación y percepción, México, Pearson Educación, México.
Ø  Nieto, M. Retardo del lenguaje, guía para el maestro, México, Graphos y entornos.
Ø  Vieiro, P., Peralbo, M., García, J. (1997) Procesos de adquisición y producción de la lectoescritura. Madrid, Volumen CXXIV de la Colección Aprendizaje. Visor.
Ø  Roca, N. Simó, R.  (1998)  Escritura y necesidades educativas especiales, teoría y práctica de un enfoque constructivista. Madrid, España, Colección Educación y Cultura.

Fuentes de información electrónicas

Ø  (Aguirre 2000 p.1) [Dificultades de aprendizaje de la lectura y escritura]
EDUCERE, artículos, año 4, nº 11, octubre - noviembre - diciembre, 2000
Ø  Bravo, L. (2000), [Los procesos cognitivos en el aprendizaje de la lectura inicial]
L. Revista pensamiento educativo, volumen 27. Pontifica Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.

Ø  Bravo, L. (2014), [La educación inicial y el aprendizaje del lenguaje escrito. Enfoque de la psicología cognitiva y las Neurociencias de la educación].  P. 2-17. Conferencia Universidad Central.  Pontifica Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. 
Ø  Bravo, L. y Pino, Mónica (2005), [La memoria visual como predictor del aprendizaje de la lectura], Psyhe, 2005, Vol. 14, No. 1 p 47-53, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22282005000100004

Ø   Celdrán C. Zamorano B.  (2005) [Dificultades en la adquisición de la lecto-escritura y otros aprendizajes] Logopedas en los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica .http://diversidad.murciaeduca.es/orientamur/gestion/documentos/unidad24.pdf
Ø    Sequeira, Jorge, 2009 [Aportes para la enseñanza de la lectura], Salesianos          impresores UNESCO,  Santiago de Chile.
Ø  Hernández, L. (2013)  [Niños no aprenden matemáticas porque no saben leer] México, Excelsior.
Ø    Sequira, Jorge, 2009 [Aportes para la enseñanza de la lectura], Salesianos          impresores UNESCO,  Santiago de Chile.